miércoles, 17 de noviembre de 2010

silencio, silencio, silencio. Abstracción. Estar abstraído de la realidad. Ser algo abstracto. No comentarios el ochenta por ciento del tiempo. Risas constantes, sí. Mirada perdida hacia el horizonte invisible. Silencio, silencio, silencio. No palabras y no palabras. Dotar la energía de manera negativa, negativa siempre. El punto no es dejar de existir, sino expresar la existencia. No tengo palabras y, por lo tanto, en este momento estoy muerto. Siempre con la voluntad de vivir. Siempre con la voluntad de decir algo. No hablar nada. Mudo. Oír el viento. Hay mil variedades de sonidos de vientos. Y la sombra otorga otra impresión a mi corazón. No frases. No discurso. Nada. Decidir no hablar. ¿Por qué es difícil pronunciar? Abrir la boca. Hablar claro. Que el otro entienda. Buscar el tono ideal. Emociones expresar al hablar. Sonreír. Abrir los ojos ampliamente. Crear un eco por mi propia voz. Reír tan alto que la otra persona se moleste conmigo. Y si lo hago. Y no lo hago. Conversaciones largas, a veces. Al mismo tiempo no hablar. Nadie conoce nada. Silencio: silencio. La música. Gestos. Articulaciones. Movimientos de manos y piernas. Lo siento, no puedo expresarte nada.

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