“Las palabras deben cambiar”. Creo
fervientemente que las palabras deben cambiar. Desde hace un tiempo me repito
una y otra vez: “las palabras, las frases, el discurso debería cambiar”.
Cada escrito es como el
testimonio de uno mismo, como tatuajes de uno mismo; aunque a veces las palabras
son más fáciles de borrar que los tatuajes. A veces solo se necesita un “back
space” o un “eliminar” en las opciones
del blog para sepultar nuestras ideas por siempre. Sin embargo, uno sabe que tanto
el tatuaje, como las palabras, están creados para siempre. Por tanto, uno
debería de seguir viviendo con él, a través de él y en dado caso cambiar su significado,
evolucionarlo, a través de nuevas
palabras, nuevas frases, nuevos textos.
El enamoramiento fluctúa de un
momento a otro, así como de un lugar a otro. Como la música y el descubrimiento
de nuevas sintonías o la obsesión por las viejas que forman parte de
uno y que jamás estamos dispuestos a dejar por intentar conocer un nuevo-algo-mejor.
Si deseo hablar de nuevas
sintonías, nuevas formas tendría que recurrir a lo último que he escuchado y
que desearía que fuera algo nuevo; pero pocas veces sucede eso. Una de mis
grandes debilidades es mi obsesión por ciertas atmósferas que deseo recrear una
y otra vez por siempre. Llamase una banda de rock, una canción, una vida que me
inspira. A veces tal inspiración raya en lo ridiculez, en algo sumamente
embarazoso. Sin embargo, poco a poco ese tipo de obsesión única me lleva a
otros caminos, en los cuales llego a conocer nuevas inspiraciones. Oasis, The
Cure, Placebo, Radiohead, Smashing Pumpkins, Bauhaus, Joy Division y algunos
otros grupos con los que me mantengo por siempre. Mis amigos. “Tus amigos están
en tus audífonos”, una vez una persona me dijo eso cuando cursaba el CCH y al
parecer la idea me gustó mucho. Así
entonces, ¿qué puedo decir acerca de mis nuevas sintonías? Desearía revisar mi
lista de últimas canciones para tener una respuesta. Breton, Chapel Club, Gnarls
Barkley, The Subways, etc., etc., etc. A final de cuentas eso no dice nada.
Nuevas sintonías se descomponen
de una mañana a otra, como el emprender un nuevo proyecto de una mañana a otra. Me mantengo en camino, deseo abrir más mis ojos.
Levantarme más temprano, simplemente para absorber el sol de la mañana, tomar
un café y obtener la inspiración gloriosa para escribir el mejor texto que
pueda crear o la mejor canción que pueda componer. Este año retomé mi
anhelo por escribir canciones de nuevo. 5 o 6 canciones he compuesto, quizá
más, quizá menos. Quizá una de ellas valdría la pena si llegará a trabajarla más. Ya veremos.
¿Sintonías nuevas? El deseo de
escuchar bandas nuevas muchas veces no me apasiona mucho, aunque he escuchado
algunas propuestas interesantes que a fin de cuentas proceden de los 80`s. ¿Savages?
Puedo pasar toda la madrugada buscando videos en youtube pero constantemente me
remito a los principios de los 90`s. Quizá porque este año se cumplen 20 años
del nacimiento del "Britpop" y surge una necesidad en nuestro interior de recordar vehementemente los
mejores años de nuestras vidas cuando escuchamos fervientemente la última etapa
del verdadero britpop y, después, el postbritpop. Todo se vuelve "post"erior. Melody´s Echo Chamber, las fabulosas Dum Dum
Girls y Daughter, voces femeninas en un rock tan tierno y al mismo tiempo
rebelde.
Cada vez que intento apegarme más
al título de mi texto me desapego más a él. ¿Nuevas palabras? Desde el
principio mismo he buscado una espontaneidad en la escritura. Quizá el
siguiente texto tenga más estructura. No lo sabremos ahora.
Una persona puede quitarte el
aliento, puede inspirarte tanto al punto que a través del deseo a ella fluyan
tus palabras a lo largo de tu brazo y finalmente se alcen en una página en blanco,
buscando algo nuevo. Una nueva melodía y ojalá una sonrisa de ella (esa persona)
en ella (música-palabras).
Con toda mi alma, con todo mi
corazón. Un café a lado y una canción en el fondo.