miércoles, 17 de noviembre de 2010

el bosque. Tres niños. No, tres venes son. Ellos abandonados a su propia manera de ser. Se enfrentan a sí mismos. Cuantos años ya han compartidos juntos. La más inteligente e ingeniosa. El torpe, pero leal y apasionado. El valiente pero necio. En el camino del bosque.
Las personas no me dan lo que busco, requiero. Rostros extraños constantemente. Nada es lo que parece. Todos construimos en armonía una gran mentira, que al final del día se llama VIDA. Actuar por inercia. Todo el tiempo inercia. Vivir y morir por inercia. El último par de semanas me dedico a escribir frases por inercia. ¿Qué me molesta? El otro día iba de camino a la escuela, a la universidad, me encuentro al señor #88, quien me impide salir del metro. Está justo enfrente de mi y al parecer tiene el mismo pensamiento que yo: salir-entrar. ¿De donde y a donde? El señor parece reflexionarlo, según mi reflexión individual.

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