las gotas de lluvia te despiertan. Lentamente se
mezclan con tus sentimientos que poco a poco afloran dentro de ti y
definitivamente detonan en recuerdos y sensaciones siempre cubiertas de
circunstancias por maldecir. Porque los hechos no hay que negarlos, ni
justificarlos, ni dramatizarlos. "Las frases perdurarán" dijo él.
Pones un disco que pueda acompañarte con este despertar. Beats que estallan,
que te hacen brincar y las voces se vuelven cada vez más ruidosas acompañadas
de una guitarra distorsionada muy a los 80´s... y aquella furia, de nuevo, y te
sientes vivo, nuevamente. "No tienes porqué lamentarte, a final de cuentas
fue la vivencia y no la pesadilla" él te lo dice con tanta severidad y
sabes que no lo puedes negar. Cuantas sonrisas, cuantas risas, cuantos miradas,
cuantos besos interrumpidos. Sabes que hacer una lista como itinerario no hace
gran diferencia. Desearías volver el tiempo, desearías reestructurar los
episodios."Una pérdida de tiempo, sé feliz ahora, las experiencias nadie
te las quitará" él lo supone y lo dice con tanta seguridad, pero tu
desearías siempre más. Una segunda historia añoras, y la añoranza te aleja cada
vez más de llegar a lo que pretendías, y la pretensión lo era todo. El disco va
a la mitad y no te has inspirado todavía. Menos has encontrado las respuestas
que buscabas al despertar y encender la luz. El sonido melancólico, el tono
agudo, la ensoñación, la esperanza. Sonríes y ya no es necesario dejar prendida
la luz. Ha amanecido.
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