lunes, 17 de octubre de 2011

olvidame, olvida que nos conocimos. El odio surge de un minuto a otro, la diferencia, el repudio. Actos espontáneos son mi perdición. Podría bien entender la situación y de igual modo manifestarme total contra ella. No creo mucho en los absolutos, en el nunca y en el jamás. No creo en una cita que se deje al destino en un mañana, un futuro que jamás llegará. Prefiero el misterio, incluso un misterio que se localice en lo espontáneo aun cuando sea tan peligroso como el significado de la misma palabra. Decir adiós solo ante la muerte imprescindible y, sin embargo, aún así indefinible. La misma violencia de un adiós, es como la misma violencia del acto de un beso. Lo destruye- el alejamiento. No entiendo el significado de aquellas palabras que uno oye a diario, que a uno llegan como schock sin vuelta atrás. Sentimiento melancólico y simplemente seguir en el camino, ella dijo. Realmente no lo entiendo, no lo entenderé. Duermo hoy, despierto mañana y sin razón. Estado intermitente. Empieza el invierno y se congelan las lágrimas y la indiferencia como el acto de entrada. Adieu!

No hay comentarios:

Publicar un comentario